La velocidad de carga de tu Web es fundamental en dos aspectos: influye (y cada vez más) en el posicionamiento SEO de esta y, además, influye notablemente en la experiencia de usuario. Google lo justifica, y no es mala justificación, en el gasto energético que tienen con tantos crawlers analizando todas las Webs del mundo. A más espera en el tiempo de carga, mayor gasto energético. De hecho, en webmasters tools, hay un apartado para comprobar si dicha velocidad de carga es buena, aceptable o mala. Podemos enviar las distintas URL’s de nuestro sitio y esta herramienta para desarrolladores nos hará un análisis, no muy en profundidad, tanto para PC como para móvil. Si estamos en la zona roja, cuidado. Además de decirnos cuan veloz es nuestra Web, también nos da algun consejo de cómo optimizar nuestro sitio. Es una herramienta básica en este sentido, pero sí nos podemos hacer una idea de «por dónde andamos».
El otro factor importante y, que tambien influye para el posicionamiento, es la experiencia como usuario. Hay estudios que dicen que un usuario se va si la página tarde más de 4 segundos en cargar… a mi me parece mucho esperar. Y que la tasa de rebote desciende de forma inversamente proporcional al tiempo que un usuario tiene que estar esperando a que la Web cargue.
¿De qué depende la velocidad de carga de una Web?
Lo primero y, en la mayoría de los casos, es el factor dominante (aunque no sea el único) es el servidor donde tenemos alojada nuestra Web. hay una medición que nunca falla: el tiempo de respuesta del servidor o, con otras palabras, el tiempo que tarda el servidor en enviar el primer bite de información desde que hacemos la petición. Más de 0,4 segundos es lento. En todos los casos. Sin excepciones. Depende de la memoria que tengamos dedicada a nuestra Web en el hosting que hayamos elegido, de su ancho de banda… En ocasiones, nos hemos encontrado en Genco, con planes de consumo que no estaban ajustados al verdadero consumo de tráfico, cuya solución es fácil: contratar más tráfico. Es fundamental, a la hora de empezar un proyecto, dimensionar bien todos los parámetros, luego nos llevamos sustos…
También es sumamente importante el tamaño de las imágenes. más de 200 K… cuidado. actualmente existen infinidad de programas gratuitos que sirven para aligerar el peso de las imágenes sin perder (aparentemente) en calidad.
También es importante cómo almacena toda la información tu CMS. Nosotros usamos WordPress: no es un CMS lento (para Webs medianas) y permite instalar multitud de plugins para «cachar» todo el contenido, esto es, para dejar en la memoría caché del servidor lo que más utilizan nuestros visitantes. Suelen funcionar bastante bien pero, en ocasiones, recomendamos contratar un software de compresión y cacheo desde el propio servidor. Sobre todo si son Webs dónde necesitan que la calidad de la imagen sea excepcional.